Después de ver muchos trabajos en empresas a las que he podido hacerles seguimientos, así como a administraciones públicas he observado que con frecuencia “estadísticos” o mejor dicho, personas encargadas de departamentos cuyos datos son tratados a nivel estadístico, tienden a sacar conclusiones que carecen de fundamento,
A) Porque no se ha aplicado ningún método científico, se ha utilizado métodos intuitivos o a nivel escolar de obtención y tratamiento de datos. Lo que origina que cualquier trabajo inferido de ellos sea desastroso.
B) y dándose cuenta de que los resultados no son válidos, o dejan demasiado pronto la investigación, o dedican demasiado tiempo a intentar averiguar con certeza como funciona la fuente de datos.
Ciertamente, este último caso es el que debería haber hecho desde el principio; el único problema es que normalmente cuando se ha reflexionado y obtenido las conclusiones correctas el trabajo está en un tiempo límite el cual no permite hacer uso de los mismos. En el peor de los supuestos, el estadístico llega a la conclusión de que el problema no está en ningún caso bien planteado dejando a la empresa privada o pública sin solución al problema.